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Arquitectos: Jean-Philippe Pargade
- Año: 2007
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El nuevo hospital privado en Villeneuve d'Ascq (norte de Francia) es una respuesta al programa de modernización regional con el objetivo de mejorar la calidad del cuidado de la salud. La instalación actúa como un elemento estructurante en sinergia con las clínicas que ya están presentes en la ciudad de Lille. El hospital ofrece atención multidisciplinaria para pacientes externos y pacientes que requieren hospitalización completa. Su programa incluye 225 camas y unidades de medicina, cirugía y obstetricia, así como un centro médico-técnico. Cuenta con 42 camas de maternidad, 10 quirófanos, unidades de radioterapia, quimioterapia y medicina nuclear.
En 2007, la oficina de Jean-Philippe Pargade fue nombrada ganadora del concurso convocado por La Générale de Santé. El equipo estaba integrado por EGIS Nord, una empresa de ingeniería, y Martin & GUIHENEUF, una firma especializada en servicios de topografía. El hospital tiene una superficie neta de 22.681 m². El nuevo hospital fue inaugurado el 27 de septiembre de 2012.
El nuevo hospital privado en Villeneuve d'Ascq cubre un área recuperada de las tierras agrícolas baldías ubicadas en la zona de nueva urbanización del distrito de Recueil. Se trata de un centro de salud local que se encuentra entre una zona residencial y una zona de actividad comercial. Un mismo estilo arquitectónico unifica todos los elementos del programa y permite que las nuevas instalaciones destaquen como un proyecto contemporáneo ubicado en el área metropolitana de Lille.
El proyecto de la agencia Pargade está diseñado como un volumen simple basado en una planta rectangular proporcionando una transición armoniosa entre la escala de los edificios comerciales cercanos y la de las casas situadas en el tejido suburbano colindante. Apartado de la alineación de la calle, el proyecto incorpora un jardín que da a la explanada de acceso. El área de logística se sitúa en la parte trasera del edificio y los estacionamientos a los lados. Esto permite que el hospital se abra a un gran espacio verde que recuerda el diseño de un convento.
La cubierta del edificio se maneja como una composición pictórica. Las fachadas de pizarra de color ladrillo reinterpretan la arquitectura vernácula específica del norte de Francia. Estas paredes exteriores incorporan grandes ventanales tratados como un diseño estampado con serigrafía de motivos florales. Esta composición se destaca por una galería acristalada en la planta baja que se extiende a través de la sala y se abre el espacio del jardín.
En conjunto, el proyecto crea una interacción de formas gráficas que llama la atención. La idea es romper con la imagen tradicional de los hospitales, proporcionando un objeto escultórico contemporáneo sin dejar de ser reconocible dentro de un vocabulario contextual por los residentes locales.
La arquitectura tiene un papel importante en mejorar la imagen de los hospitales. Como valor simbólico, el hospital al mismo tiempo tiene que ser acogedor y tranquilizador, así como eficiente y seguro. Se hace especial hincapié en la recepción y la comodidad para asegurar que cada paciente sea atendido de forma personalizada y adaptada. El hall de entrada es similar a un vestíbulo de hotel, proporcionando un volumen monumental que se levanta en dos niveles y creando un espacio acogedor y generoso.
El corazón del edificio pone énfasis en la transparencia y al mismo tiempo ofrece vistas sobre el paisaje al aire libre y los diferentes espacios interiores. Galerías acristaladas proporcionan enlaces transversales entre las unidades de atención al paciente y a la vez contribuyen al buen funcionamiento del hospital. El volumen geométrico y compacto está perforado por aberturas en forma de pequeños patios ajardinados que abren el edificio hacia el medio ambiente circundante. Estos vacíos ocasionales traen la luz natural hacia el corazón de los distintos niveles y se adaptan a las posibles limitaciones programáticas.
Los colores utilizados en los espacios interiores representan un componente fundamental en la organización espacial del hospital. Los tonos suaves, de color pálido tienen el privilegio de contribuir a la serenidad de los alrededores. Alternando tintes sólidos que hacen uso de rosas, azules y verdes, se cubren las superficies, creando efectos de contraste. Los colores contribuyen a la humanización de las diversas funciones y crean un ambiente cálido y acogedor.
La organización general de la instalación se presenta como un modelo de funcionalidad del hospital. Se basa en un sistema de niveles de suelo que tienen espacios compartidos, generando proximidad y visibilidad entre los distintos departamentos. La geometría rectangular toma la forma de un peine compacto y está diseñado para permitir fácilmente la creación de extensiones verticales sin necesidad de obras de construcción adicionales.
Esta geometría simple proporciona flexibilidad organizativa considerable. Se racionalizan las zonas de circulación y se reducen los movimientos favoreciendo yuxtaposiciones horizontales. El sistema de organización se asegura de que el edificio del hospital sea capaz de adaptarse a cualquier modificación de programaciones futuras.